El debate organizativo en la XXI Asamblea de IULV-CA

En el presente artículo, continúo desgranando las distintas posturas que ofrecen los dos documentos a debate de cara a la XXI Asamblea de IULV-CA. En este caso, vamos a analizar las tesis organizativas. Introduzco ahora una salvedad: este es un artículo de opinión, donde no trato de hacer una exposición neutral de los documentos. Los motivos son dos. El primero, la heterogeneidad de los documentos, que parecen escritos en idiomas políticos distintos, lo cual hace muy difícil una comparativa punto por punto. El segundo, que no cabe una falsa neutralidad, cuando uno se halla firmemente posicionado en torno a determinadas tesis, políticas u organizativas. Y tengo claras las ideas en lo relativo a que la IULV-CA actual debe transitar hacia otro modelo organizativo, y que debe apostar e innovar para acercarse a la realidad social de nuestro territorio.

Recuerdo brevemente los dos documentos que se debatirán en la XXI Asamblea:

  • “La izquierda en movimiento: Ganar Andalucía”. Documento aprobado por el Consejo Andaluz. [Descarga]. Este documento se ha desarrollado a partir de las conclusiones de la jornada para la elaboración participativa del pasado mes de mayo (enlace)
  • “Una IULV-CA fuerte y autónoma para cambiar Andalucía”. Documento Alternativo (A. Roldán, I. García, J. Caballero, JL. Perez Tapias, J.F. Camacho y 166 avales) [Descarga]

1. El marco del debate: la «forma-partido»

Una de las tesis centrales del documento “La izquierda en movimiento” es que mientras IULV-CA se definió en sus comienzos como un movimiento político y social, ha derivado con el tiempo hacia un partido político clásico, orientado a la contienda electoral. La IULV-CA de los inicios pretendía (y no lo consiguió) ser un espacio donde pudieran participar organizaciones y activistas en base a una serie de acuerdos programáticos y desde la pluralidad ideológica (dando cabida a tradiciones desde comunistas a libertarias). En la práctica, se ha convertido en un partido dotado de su aparato, centrado en la elaboración de candidaturas, y donde la elaboración colectiva se entendía, en el marco de las Áreas, sobre todo como elaboración programática de cara a las elecciones y para uso de los grupos institucionales.

“Una IULV-CA fuerte” sostiene que la IU-partido ha sido resultado de la evolución natural de Izquierda Unida: cuando IU nace como suma de organizaciones y partidos bajo la fórmula jurídica de coalición electoral, el funcionamiento por cuotas y las disputas eran insostenibles, por lo que fue necesario dar lugar a estructuras orgánicas de tipo partido, que además permitieran la incorporación de independientes. Dicho esto, no habría nada malo en funcionar como partido político. El debate entre partido y movimiento político-social (MPS) sería un debate estéril, sobre todo porque no tiene ninguna incidencia en lo electoral: “La gente no nos va a votar más o menos porque nos reconozcamos como partido o MPS”, afirma el documento de “Una IULV-CA fuerte”. Sin comentarios.

2. Lo que significa la «forma-partido» en la práctica diaria

En este análisis se echan en falta detalles acerca de qué quiere decir la tesis de la “forma-partido de IU”, en el día a día y en lo concreto. En lo concreto, se acusa a las tesis de “La izquierda en movimiento” de querer un modelo de afiliación “líquido”, disperso, una coordinadora de activistas, frente a la implicación que precisa la militancia política. Pero ¿qué significa la implicación militante? Para “Una IULV-CA fuerte”, la “militancia política en IU” significa movilización social e institucional. Se entiende que se trata de que la militancia en IU se coordina para participar en las instituciones y para organizarse en la movilización. En otras palabras, lo mismo de lo que se acusa a “La izquierda en movimiento” querer ser: espacio de coordinación para la presencia de cara a fines que son externos a la organización. Ahora bien, si los fines son los mismos para ambos documentos, entonces la diferencia estará en los instrumentos. Por eso el debate organizativo es el meollo de la cuestión, porque los instrumentos o medios van a condicionar si alcanzamos o no los fines que nos hemos propuesto.

De los dos documentos, “La izquierda en movimiento” hace una autocrítica de cómo nos hemos organizado estos años: fundamentalmente, hemos construido rígidas estructuras organizativas (dirección colegiada, Ejecutiva, Consejo andaluz más la traslación de los distintos órganos de dirección y coordinación para los niveles provincial y local). Esto ha significado en la práctica que militar en IULV-CA signifique destinar unas energías desproporcionadas a lo interno.

Además, hay que preguntarse qué pasa en esas reuniones internas. ¿Se trata de espacios de trabajo? La excesiva preocupación de “Una IULV-CA fuerte” acerca del pluralismo de los órganos de dirección, que suena muy bien, es en el fondo un síntoma de cómo se han venido entendiendo los órganos: como espacios de debate, micro-parlamentos, donde al final se reproducen las dinámicas de “gobierno/oposición”. Y es esto, entender la vida interna de IULV-CA como disputas por los equilibrios de poder dentro de las direcciones, en lugar de como trabajo para poner en práctica los acuerdos colectivos emanados de las asambleas, lo que hace que “militar en IU” tenga tanto peso y tanta carga.

Por eso lo que sostiene “Una IULV-CA fuerte” es la puesta en valor de la militancia en IU: porque una parte sustancial del activismo de nuestra militancia se desarrolla en los órganos de IU. Porque participar en IULV-CA, dada la cantidad de órganos y la pobreza de métodos de trabajo a que estamos habituados (y discúlpennos las honrosas excepciones), se hace a veces a costa de intervenir en la sociedad. Con lo que fuera de nuestras sedes no cala nuestra acción política. Y en estas condiciones, el liberado y el cargo institucional tienen una capacidad para dedicarse a la “militancia en IU” que no tiene una persona normal con incidencia social ni con vida personal y laboral.

3. Las redes de activistas de IULV-CA

El documento de “La izquierda en movimiento” desarrolla los acuerdos a nivel federal sobre las Redes de Activistas, como instrumento que permita transitar de la forma-partido a un verdadero Movimiento Político y Social, germen para el Bloque Social y Político de ruptura en Andalucía. Pero ¿qué diferencias hay entre las Áreas de elaboración colectiva y las Redes de Activistas? Vamos a desgranar las características centrales de las Redes:

  • Frente a la idea de que se esté buscando potenciar una afiliación “laxa” y de baja intensidad, el propósito expreso de las Redes es convertir IULV-CA, de una organización de afiliados, a una organización de militantes propiamente dichos, donde cada uno sea un activista en su sector, en el movimiento o en el conflicto.
  • Las Redes de Activistas no reemplazan las Áreas de elaboración colectiva, son una realidad diferente. Los militantes de IULV-CA en estas redes “pueden constituirse formalmente como Área, para tener una presencia mayor en los órganos de IULV-CA. Por otro lado, lo natural de estas Redes es que evolucionen como movimientos sociales reales, independientes de IULV-CA pero participados y dinamizados de manera activa por la militancia de IULV-CA y tomados como espacios que son el referente de la política de IULV-CA en un sector.”
  • Frente a la idea de que la afiliación a IULV-CA va a ser “virtual” y plebiscitaria, las Redes permitirían hacer más fácil militar con toda intensidad en el ámbito de preferencia de cada cual, sectorial o según conflictos o problemáticas coyunturales. Asimismo, permiten el empoderamiento de la militancia, haciéndola más atractiva, dado que las Redes están dotadas de una mayor capacidad de decisión y una mayor autonomía relativa de los órganos de IULV-CA. Esta autonomía vendría dada de que las Redes son espacios de democracia participativa:
  • Las Redes de Activistas tendrían un “carácter flexible, operativo, muy volcado en lo externo y participativo. Estas redes de activistas se ligarían a los órganos de IULV-CA con una flexibilidad mayor, y no seguirían de manera directa las directrices de los mismos (aunque los acuerdos de los órganos de IULV-CA sí vinculan a los militantes de IULV-CA que impulsen y dinamicen estas áreas, siempre desde el respeto a la diversidad y la no imposición de la política de IULV-CA).”
  • Las Redes de Activistas potencian la referencialidad de IULV-CA en el conflicto y en la movilización, al proponer un giro radical en nuestra manera de entender la elaboración programática: “el ámbito de elaboración programática de referencia para las candidaturas (al margen de la elaboración propia que se trasladará como aportación de IULV-CA al debate) son las mareas, las Marchas de la Dignidad y los espacios de confluencia social, que constituyen hoy la inteligencia colectiva agente del programa de ruptura democrática en Andalucía y para el proceso constituyente.”

En conclusión, la propuesta de las Redes de Activistas significa que desarrollemos y potenciemos la actividad externa de IULV-CA. No es momento de apelar a una supuesta “desmovilización” ciudadana para replegarnos en nuestras sedes, en nuestra vida interna o en las instituciones. Es el momento de volcarnos hacia la realidad, en permanente cambio, para conocerla y transformarla. Y de ese impulso a espacios más allá de los orgánicos, donde podamos incorporar a nuevas generaciones de militantes y activistas, debe nacer el germen de un Movimiento social en las calles y una Marea Andaluza en las instituciones.

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